A la hora de pensar en el envase por lo general se intenta pensar en cómo presentar eficazmente el producto. En el caso de los productos alimenticios, la tarea se vuelve más complicada: el envasado no sólo debe atraer la atención, sino también garantizar un almacenamiento seguro y un transporte cómodo de los productos sin perder su presentación y valiosas propiedades organolépticas. Sobre la base de muchos años de experiencia en el diseño y fabricación de envases para productos semiacabados y comidas preparadas, la preocupación de GCM ofrece recomendaciones sobre la elección de envases eficaces para productos alimenticios.

Son innumerables los factores de influencia a la hora de elegir el envase adecuado para el producto que se ofrece: el tipo de alimento; las características organolépticas, los tratamientos necesarios para el envasado, el modo en el que se va a consumir, entre otros.

Antes de elegir qué tipo de envase se va a utilizar es necesario conocer las distintas posibilidades de materiales y las soluciones que aportan cada uno. Una clasificación posible es el tipo de materiales que están hechos:

Los materiales flexibles tienen el beneficio de la sostenibilidad frente a otras alternativas y las posibilidades de fabricar envases versátiles. Además tienen la características de ser resistentes durante el transporte y manipulado, protegen frente a agentes externos como el oxígeno, la luz, o el vapor de agua, permiten sellados herméticos totalmente seguros, ocupan menos lugar y pesan menos que otros materiales.

También los materiales flexibles son imprimibles en toda su superficie lo que hace que sean versátiles y atractivos.

Dentro de estos materiales se los puede clasificar en:

Alta barrera con aluminio: son envases que se caracterizan por ser seguros por más tiempo que el resto.

Alta barrera con metalizado: este tipo de envases aporta un gran atractivo visual, son muy resistentes y con una excelente barrera a la luz.

Diferentes tipos de barrera: Se pueden encontrar envases de alta, media y baja barrera, dependiendo de las necesidades de conservación del contenido.

Especiales para tratamientos térmicos: según las necesidades del producto son para envases que van a ser sometidos a tratamientos de esterilización- 121 grados- pasteurización- 94 grados- o microondas.

Alta resistencia: Son envases que para su conservación como para su transporte necesitan una alta resistencia a la rotura y a la punción.

Especiales para envasado en atmósfera protectora (MAP): se trata de un sistema que evita la formación de moho y bacterias, prolonga la vida útil y reduce la cantidad de conservantes en los alimentos.

Especiales para llenado en caliente: Son los envases PET que no sólo son la opción más sostenible de packaging sino que son ideales para su llenado a altas temperaturas sin perder sus propiedades.

Los más sostenibles: se destacan por su alta barrera, máxima protección y además es 100% biodegradable, compostable y biobasado.

Los materiales rígidos son una opción muy resistente para el envasado de productos y se destacan por la transparencia del empaquetado.

También se encuentran los materiales semi-rígidos que combinan a la perfección la fuerza y la resistencia para reducir el desperdicio de alimentos. Contribuyen a que los productos del interior se destacan.